viernes, 30 de septiembre de 2011

Tuc de Mulleres (3010 m.)


El Aneto desde Aigualluts.


Fin de estancia en Benasque, rematada con la ascensión al Tuc de Mulleres, subida fácil, bien señalizada, con la única dificultad de un incómodo terreno de bloques en los últimos metros, esta montaña es como un "patito feo", en si misma carece de belleza, pero sin embargo sus vistas son espectaculares y la ruta de subida es muy, muy bonita, con una tendida subida por El Valle de La Escaleta, salpicada de pequeños lagos, prados y la presencia omnipresente del Pico de Forcanada, una montaña formidable, y como tantas otras, caída en el olvido.

Como el día anterior, aparcamos de nuevo en La Besurta y encaminamos nuestros pasos hacia Aigualluts, espectacular emplazamiento bajo el glaciar del Aneto.


El Aneto reflejado en el agua...


Una vez en Aigualluts, tomamos en desvío que dice "Collado de Toro", y ya entramos en El Valle de La Escaleta.

Vamos subiendo siempre viendo El Aneto y El Pico de Aigualluts.


Aparece El Forcanada, con su característica doble cumbre.


Lago Inferior de La Escaleta.


Subiendo por el particular terreno de granito pulido.


Lago Superior de La Escaleta.

Y ahí tenemos el Pic de Mulleres, una tendida subida hasta la cumbre (¡¡¡pero larga eh!!!)


Chorreras de agua que caen por todas partes (la cantimplora de adorno).


Cima del Mulleres, magníficas al Aneto, Maladeta, Tempestades, Margalida, Russell (y sus glaciares).


Los Estanhets de Moliéres (Mulleres), La Tuca de Gerbosa y Los Besiberris entre nubes.


El Pico Russell y La Cresta de Salenques.


Valle de La Escaleta.


El Coll de Alfred y la ruta normal al Forcanada...al año que viene, con más tiempo...


Cumbre y tormenta (tuvimos que salir zumbando, y eso que eran las 11.30).

El Valle de Salenques y los Estanys de La Vall.


Russell y Ballibierna entre tinieblas.


Las nubes que lo invaden todo (para abajo rápido, jajajaja).

Última vista al valle.


...Al Aneto y glaciar de Tempestades.


...Forcanada...


Aneto entre tinieblas, desde la cascada del Aigualluts (aquí el agua desaparece bajo tierra y surge de nuevo en El Valle de Arán (Uelhs deth Joéu), dando origen al  Río Garona.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Peña Calabazosa (2104 m.)


Esta ruta fue la primera que hicimos este otoño después de volver del Pirineo, y se me había quedado "colgada" perdida entre los borradores del blog, la verdad es que este día tampoco estuve yo para muchas alegrías, tenía un gripazo de la leche y me pase el tiempo tosiendo, moqueando y diciendo aquello de "tranquila, que estoy bien", jajaja.


Aparcamos en al pista de La Farrapona, un poco antes del puerto, enfrente justo del collado por la que se gana la cresta que da acceso al pico.


En algo más de media hora llegamos a la cresta, vemos en primer término Peña Calabazosa y en segundo plano, Peña Orniz.


El Pico Albo Oriental y los lagos Ceiveriz y Calabazosa (Saliencias).


Peña Ubiña desde las Peñas de Trespando (1973 m.).


Y el objetivo del día, La Calabazosa, desde Peña Cualmarce (2003 m.)


...El Morronegro, otro que tenemos pendiente.


Pequeña trepada antes de la cumbre (que se puede evitar, es para divertirnos un poco, jajaja).


Desd ela cumbre hay unas excelentes vistas a Peña Ubiña y El Valle de Cualmarce.


Las montañas de Omaña y El Valle Congosto. 


Torre Orniz , otra que tenemos pendiente (tenemos que venir más por aquí...).


La desolada zona de Las Morteras.


martes, 27 de septiembre de 2011

Pico del Alba (3118 m.)


La Maladeta y El Pico Sayó.


Otro día que subimos un pico "por descarte", en realidad, nuestro objetivo era subir al Perdiguero, esta montaña, auténtica carrera pedestre donde las haya, precisa de unas 11 horas entre "ir y volver", así que el despertador sonó puntualmente a las 5.45, y puntualmente sonaron también los truenos que acompañaban a una "inesperada" tormenta matinal, así que vuelta al saco, esperar que amaneciese para ver como estaba el tiempo, y ya decidir un plan alternativo.

Amanece y la tormenta parece deshacerse, así que "alternativamente" elegimos el Pico del Alba, situado en el extremo occidental de Las Maladetas, que además nos permitiría ir conociendo una zona de montañas que salvo por la ascensión al Aragüells, casi no hemos pisado.

Salimos de La Besurta, que da gusto verla tan vacía lejos de las aglomeraciones estivales (afortunadamente mitigadas por la prohibición de subir coches), y tomamos el camino al Refugio de La Renclusa.


...Comenzamos a ver La Maladeta y sus glaciares...


La Renclusa (precioso emplazamiento)


Monumento Virgen de Las Nieves y Tucas de Salvaguardia y de La Mina.


Una vez en el refugio, dejamos a nuestra izquierda la ruta que sube a Los Portillones y El Aneto, y seguimos por El Valle de Paderna.


Este valle es una preciosidad (a la izquierda se ve nuestro objetivo, El Pico del Alba).


El Ibón de Paderna o del Alba.


Ya distinguimos perfectamente El glaciar de La Maladeta y El Pico Sayó


El Pico Mir, Punta Delmás, Muela y Diente del Alba, y su  pequeño glaciar.


La pirámide cimera del pico, puede treparse por cualquier lado (cuidado con no terminar demasiado arriba), y a mi juicio, es más cómodo que el insufrible arenal de la ruta normal


¡¡¡Cumbre!!!, bueno no, la cumbre verdadera está después de una pequeña arista...


El coloso Perdiguerno y los valles de Literola y Remuñé, solo en esta foto hay montañas para llenar un verano "a tiempo completo".


Maupás, Pic Boum, Sacroux...


Posets y Perdiguero.


Ahora nos movemos hacia la cumbre principal (arista de Iº, algo expuesto).


Y las vistas hacia el Pico Maldito y El Aneto, acojonantes.


Ibón de Cregüeña, Juncadella, Aragüells... (reconozco que estas montañas me dejan reducido, acojonado, acongojado, cagado vamos.)


La fácil arista que une las dos cumbres.


Vistas a la zona del Valle de Arán


La Tuca Blanca de Paderna.


Bajamos, el día comienza a ponerse tormentoso de nuevo (vaya tiempo endiablado que tienen estas montañas).


Ahí abajo, El Ibón de Paderna...


...Donde comemos y descansamos (aquí si hay tormenta, ya estamos fuera de peligro, jajaja).


De nuevo en La Besurta, colofón de un magnífico día de montaña...