sábado, 13 de octubre de 2018

Torre de Diego Mella (2540 m.) - La Palanca (2614 m.) - Antecima Sur de la Celada (2470 m.)



Llambrión desde la Torre de Diego Mella.


Macizo Occidental.


Dormimos en Collado Jermoso después de haber llegado la víspera desde el Cable por la Colladina de las Nieves, aproximación relajada y cómoda al refugio

Como a la Torre de la Celada no va ni Dios (muy poca gente se arrima por allí), y mi compañero ya conocía de hace algunos años que tipo de terreno hay que transitar (traviesas de grava sumamente resbaladizas e inestables, junto a un paso de IIIº muy expuesto), dejamos dicho en el refugio nuestra ruta por si "no volvíamos" a la hora de la cena, y el comentario del guarda ya nos mosqueó un poco, nos advirtió que si no lo veíamos claro nos volviéramos antes de "enmarronarnos", y que tuviésemos mucho cuidado con las piedras en la Palanca y Diego Mella.


Primeras luces del día sobre el Friero...


Cada vez me cuestan más los pedreros de acceso a la Palanca, debe ser la edad...





Itinerario que seguiremos a la Torre de Diego Mella, la verdad es que esta montaña se cae a pedazos.





La subida es de las que "acongojan", al menos a mí, piedra suelta y grava por todos lados.












 En palabras de David Atela, el espectáculo desde la cumbre es "espeluznante", y la ruta de subida, en el límite de los que es "trepada", aunque el grado puede ser un IIº+, lo roto del terreno obliga a extremar las precauciones.










De la Torre de Diego Mella subimos a la Palanca Norte.


Ahí vemos la cresta que nos llevará al Collado de la Celada.




Bajada al Collado de la Celada, vistas impresionantes al Mar cantábrico, aunque más tarde la bruma enmarañaría el paisaje...


Torrecerredo y Cabrones...


Vistas a Peña Vieja y Tesorero.


Y hacia Urriellu.



 Desde el Collado de la Celada, de ahí arriba venimos (y volver a remontar esa cuesta nos sentó como una patada mal dada).


Una vez en el collado, en vez de seguir por la terraza lateral que se considera ruta normal, lo resbaladizo del terreno nos echó para atrás (nos acojonamos, vaya), y decidimos seguir la arista "hasta donde pudiéramos"

La Celada y la arista que subimos, llegamos hasta la primera antecima.


Vistas a las Puertas de Moeño.


Pico Boada, Tiro del Oso, Urriellu y Peña Castil (creo).


Con esa sensación agridulce de no haber conseguido el objetivo pero de haber llegado a una zona alejada y salvaje, apenas visitada, retrocedemos a la Palanca.

En cuya cumbre disfrutamos un buen rato de sus vistas.













En la bajada vemos a unos chicos escalando la Aguja de la Palanca, a los que fotografíamos (si, yo soy la montañera de 74 años, a mi ritmo cansino voy durando "en activo", jajaja)

Bajando por la normal de la Palanca, por cierto, el embudo que hay que trepar cada año está más pulido y ya no es un Iº+, ahora es más seguro destrepar por unas gradas laterales que ya tienen más "encanto"




Pues nada, cerveza en Jermoso, buen día de montaña...



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