...Y volví a empezar, después de más de un año que me hice polvo la rodilla derecha y la temporada pasada en blanco (ójala), me decidí, desoyendo los consejos de mi traumátologo (hago lo contrario de lo que me dice, que le vamos a hacer), a ir a Alto Campoo, por aquello de "ver que pasaba", y pasó que mis patas aguantan y me da la sensación, que todavía a pesar de mi respetable edá, voy a dar guerra mucho tiempo con esto de los esquises.
El caso es que, el 12 de Marzo, Mercedes me llama, para decirme que sube a esquiar con su hermano y su cuñada, y a ver "si me animo", total, que quedamos a las 10 de la mañana, y yo a las 9, estaba ya esperando que abriesen en torno de Pidruecos, con el miedo en el cuerpo y una aparatosa rodillera adornando mi pierna.
Pos ná, el resultado fue tan cojonudo, que el "paseo" de un día, se transformó en una estancia de 4 días (que bueno es esto de estar "prejubilao" en lo profesional y soltero en lo personal), y aquí estoy, la reinona del carving ha vuelto.
El Cuchillón, palentino techo del cántabro Campóo, de buena mañana.
El edificio de servicios de la estación, modernillo, pero de dudoso gusto en medio de la montaña.
El Tres Mares, pista mítica del esquí cántabro, pisadina y rápida, rápida a primera hora (el placer de esquiar por nieve dura....)
El veterano telesilla del Chivo, que ya funcionaba cuando yo tenía 8 años...hace 32 (como echo en falta aquellas sillas en madera noble...)
Desde Los Asnos, toda la montaña palentina (desde el Curavacas a Peña Prieta).
El Tres Mares, pista mítica del esquí cántabro, pisadina y rápida, rápida a primera hora (el placer de esquiar por nieve dura....)
El veterano telesilla del Chivo, que ya funcionaba cuando yo tenía 8 años...hace 32 (como echo en falta aquellas sillas en madera noble...)
Desde Los Asnos, toda la montaña palentina (desde el Curavacas a Peña Prieta).
4 días de comienzo...A seguir, que me queda mucho por deslizar...
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