Matagalls (1697 m.).

El Macizo del Montseny siempre me ha llamado la atención, una montaña prácticamente pegada al Mediterráneo que atesora una masa forestal impresionante, con bosques húmedos de hayas y rodales de abetos en su vertiente norte, y encinares enormes en su vertiente sur, merece una visita aunque solo sea con carácter meramente turistico.

Al estar cerca de Barcelona, estamos hablando de una zona muy visitada, sin embargo, salvo la subida habitual al Matagalls desde Collformic, en el resto de las rutas se está más o menos tranquilo, mención aparte merecen los pueblecitos que hay en las estribaciones de esta montaña, preciosos, bien cuidados, un regalo para la vista.

Aprovechando que Mercedes tenía que pasar unos días en Rubí, ya que tenía que hacer de niñera "del nieto" por unos días, el fin de semana pasado nos acercamos a subir al Matagalls por Sant Bernat, una ruta que no está nada frecuentada y que discurre por un espeso bosque de encinas y hayas.

Ermita de Sant Bernat, justo detrás hay un cartel que marca el comienzo de la subida.

El Matagalls y el hotel (de lujo) que se encuentra junto a la ermita 

El Turó de l´Home, que con sus 1707 m. es la máxima elevación de este macizo

Junto al hotel hay un criadero de san bernardos, pedazo de perro (más bueno que el pan).

Saliendo del bosque, ya casi junto a la cumbre, se ve la niebla que viene del mar, una de las responsables de la gran humedad de esta montaña.

Impresionante hayedo hacia Viladrau (con razón a esta comarca se la llama "La Selva").

Hayas y nubes, estos bosques son de una frondosidad que hay que verla para creerla.

La concurrídisima cima del Matagalls, casi toda la gente viene desde Collformic (donde hay un restaurante que ponen unas manos de cerdo a la brasa que quitan el sentido).

Viladrau aparece entre la niebla...

Y bueno, servidor de ustedes bajo la cruz de la cumbre.