En esta época del año estamos muy poco "puestos" para salir a la montaña, por un lado el día es muy corto y cualquier itinerario medianamente largo se queda muy justo, por otro lado la cabeza la tenemos ya más en el esquí que en la montaña, además, la falta de nieve este otoño hace que tampoco el ambiente sea de lo más atractivo.
Sin embargo, El Camino de Santiago se ha convertido en un pequeño filón, una forma de dar paseos agradables, sin complicaciones, a la espera de la próxima retirada a nuestros "cuarteles de invierno" en el Valle de Boí.
En este caso, nos dirigimos desde Rabanal del Camino hasta Manjarín, pasando por La Cruz del Ferro, el punto más alto de todo el camino situado a 1500 m. de altitud, en total, 20 km de recorrido (ida y vuelta).
Rabanal del Camino, aquí aparcamos el coche, este pueblo merece la pena, bonito de verdad.
En ese hostal desayunamos, la dueña estaba cabreada por la poca gente que estaba acudiendo durante el puente (la crisis, madre mía...).
Vistas a Los Montes de León, El Cerro Becerril, prácticamente pelado de nieve.
Área de descanso en la subida...
Llegando a Foncebadón, pueblo semiabandonado al que los peregrinos están revitalizando.
...Foncebadón.
La Cruz del Ferro, algún día haremos el peregrinaje de verdad...
Como todavía era muy pronto, bajamos hasta Manjarín, para ver al "caballero templario" que regenta el albergue.
La Sierra de Gistredo sin una gota de nieve.
...Manjarín...
...Por si a alguien le interesa...
...De vuelta a la Cruz del Ferro, antes de hundirnos en la niebla leonesa...