El Urriellu desde el Jou Tras el Picu.
Últimos días de Julio, aquí se iniciaba mi estancia en la vertiente asturiana de Picos de Europa, que prácticamente se prolongaría hasta el mes de Octubre, y pensando pensando, ¿Qué mejor forma de iniciar esa estancia alcanzando uno de los techos cántabros por su vertiente asturiana?, el plan tenía buena pinta, así que me puse enseguida manos a la obra y "al Adrados" para trazar la ruta, que como siempre dejé abierta a lo que en el transcurrir del día se me fuese ocurriendo.
A las 7.30 de la mañana (que maravilla de días largos), dejaba el coche aparcado en el cruce de la carretera de Sotres y la pista de Áliva, y pies para que os quiero.
Llego en 50 min de "casi carrera" a Pándebano, un día gris y fresco, de canícula cantábrica (menos mal).
Pero en Collado Vallejo la niebla se abre, dejándo ver el espéctaculo de la montaña.
Hago "parada técnica" en Vega Urriellu para llenar cantimploras, me desvío por La Canal de La Celada para llegar al Jou Tras El Picu, las vistas de La Morra, impresionantes.
Pero Collada Bonita, en el límite con Cantabria, me espera.
El Urriellu desde Collada Bonita....
Y el Cuchallón de Villasobrada (vaya montañón)
Peña Castil.
Peña Castil.
Peña Vieja con los pelos de punta.
Y mi meta por fin a la vista, el Tiro Navarro.
Desde cuya cumbre las vistas son espectaculares ( Llambrión y Palanca).
Y Los Campanarios.
La zona de Torre Cerredo.
El fantasmal Pozo de Las Moñetas.
Y la exigente, pero preciosa, ruta realizada.
Y mi meta por fin a la vista, el Tiro Navarro.
Desde cuya cumbre las vistas son espectaculares ( Llambrión y Palanca).
Y Los Campanarios.
La zona de Torre Cerredo.
Después de disfrutar un buen rato en la cumbre, se me planteaban dos posibilidades de descenso, bien volver a Urriellu por el Collado del Santa Ana, o bajar por el Valle de Las Moñetas, la opción más "salvaje" y la que más me atraiá, dicho y hecho, me desvío hasta Coteras Rojas, buscando el inicio de bajada al Valle, al final unos hitos me indican el camino, hitos que al poco desaparecerían, dejándome sin indicación alguna y en medio de una densa niebla, dentro de un auténtico laberinto kárstico.
Un hito y un rasgón en la niebla me muestran desde dónde vengo..El Tiro Navarro y el Cuchallón de Villasobrada.
El fantasmal Pozo de Las Moñetas.
Y la exigente, pero preciosa, ruta realizada.
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